El PP está basando todo su recetario contra la crisis, prácticamente en la bajada de impuestos, poniendo como modelo la rebaja fiscal llevada a cabo por los gobiernos de Aznar. Pero lo que no dicen los «populares» es que cuando Aznar llegó al Gobierno la presión fiscal en España era del 33,7% del PIB y cuando se fue en 2004 la había aumentado al 34,45% del PIB.
Por tanto, y aunque ahora lo disimulen, la verdad es que Aznar subió los impuestos de los españoles.
De hecho, según el informe «El futuro de la fiscalidad. Propuestas para un tejido productivo más competitivo», elaborado por el Instituto de la Empresa Familiar, los españoles soportaron con Aznar el mayor esfuerzo fiscal de todos los países de la OCDE. Se trata en definitiva del esfuerzo que hacen los ciudadanos para pagar sus impuestos a través del análisis de su renta per cápita.
De este modo, el índice de esfuerzo fiscal español se encontraba en el año 1996 en 97, cuando el nivel más alto era ocupado por Japón (106,3). Seis años después, el esfuerzo fiscal de los contribuyentes españoles se disparó en 14,8 puntos y este indicador se colocó en 111,8, muy por encima de países como Suecia (93,8) o Canadá (90,9).
Lo que le pasa al PP es que confunden conscientemente una cosa fundamental: el aumento de la presión fiscal global con los impuestos que pagan los ricos, que fue lo que ellos redujeron. Según el estudio «Simulación sobre los hogares españoles de la reforma del IRPF de 2003» del Instituto de Estudios Fiscales, los hogares más beneficiados en términos de renta neta por la reforma fueron los de mayor capacidad económica, porque lo que hizo Aznar fue favorecer especialmente a los perceptores de rentas del capital, y porque la pérdida de recaudación generó un IRPF con menor capacidad redistributiva, pues Hacienda dispuso de menos fondos para transferir de las rentas altas a las bajas.
El PP hizo tres reformas fiscales, donde el tipo máximo pasó del 56% al 45%, es decir, rebajaron 11 puntos a las grandes fortunas del país. Las plusvalías vieron reducirse su tributación del 45% al 15%. Así el 1% de los contribuyentes de las rentas más altas concentraron el 20% de las rebajas tributarias. Mientras un declarante con unos ingresos de 100.000 euros al año se ahorraba hasta 3.782 euros, un trabajador asalariado con un hijo vio rebajada su tributación en 453 euros. Los que ganaban menos de 8.000 euros al año no tuvieron ninguna ventaja con las reformas del IRPF. En este capítulo se encontraban el 70% de los jubilados y pensionistas. Por tanto se puede calificar al PP y a Aznar como «los Robin Hood de los ricos», pues quitaban a los pobres para dárselos a los ricos.
Sin embargo, en 2007 la presión fiscal había subido al 36,8% del PIB pero, al contrario de lo que sucedía con Aznar, la presión fiscal que soportaba una familia media en España bajó en 2007 por vez primera en cuatro años, según un informe elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Por tanto, ¿qué consiguió el PP con sus famosas reformas fiscales?, pues no sólo enriquecer a los más ricos, sino que también frenaron la reducción de las desigualdades y aumentaron el nivel de pobreza en España. A esa conclusión llegó un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) publicado el día 20 de octubre de 2008 en París.
Así que, desde luego, el PSOE no va a asumir, ni a poner en práctica, las recetas neoliberales del PP. No vamos a caer en la trampa… No vamos a enriquecer a los más ricos…No vamos a hacer que paguen la crisis quienes no la han generado…No vamos a consentir que se destruyan los pilares del estado de bienestar social… NO PP…, NO.
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